Mediante las quiropodias conseguimos generalmente corregir los defectos que con mas frecuencia afectan a la lamina ungueal , reeducando la angulación  y curvatura de la uña y evitando que su crecimiento anómalo  afecte a las partes blandas que rodean el perímetro donde se asienta la uña.

Con frecuencia el enclavamiento de la uña provoca dolor e infecciones que solo remiten con revisiones periódicas en función del grado de curvatura llegando en ocasiones a resolverse el problema definitivamente con visitas al podólogo.

En caso de no mejorar con los tratamientos conservadores siempre queda la opción de optar por la cirugía de la uña , esta posibilidad  la consideramos si se diera un fracaso evidente en cuanto al resultado con practicas menos invasivas para el paciente .

Siempre optaremos por el tratamiento menos agresivo para resolver el problema de la uña recurriendo a la cirugía solo en los casos estrictamente necesarios.